El problema de sentir todo tan intensamente
No creo ser la única que tiene este problema; el sentir todo con intensidad podría ser ambos una bendición y una maldición (frase que vi en una imagen que me hizo pensar mucho en esto), este será el tema de la semana.
El problema con nosotros que tenemos esta peculiar característica de personalidad es que todo sentimiento para nosotros es importante y probablemente dura mucho tiempo. Cuando nos gusta alguien nos gustará al menos por varios años, cuando hacemos un buen amigo le vamos a ser fieles para siempre, cuando queremos algo lo buscamos y lo alimentamos hasta lograrlo y cuando alguien no nos agrada pues igual, no nos va a agradar por mucho tiempo. El sentir todo intensamente es una bendición en el área de las amistades y también podría serlo en el área de afecto; pues, las personas que sienten intensamente tienden a querer mucho a la gente. Nosotros no podemos desprendernos de alguien tan fácilmente como otras personas, cuando perdemos un amigo al que hemos querido por mucho tiempo para nosotros es como perder una parte de nuestro corazón (sin tratar de ser tan cursi). Cuando hacemos un buen amigo y lo tenemos por mucho tiempo, ese amigo se vuelve parte de nosotros, no es fácil dejar ir a alguien al que queremos. Yo personalmente he perdido varios amigos con el pasar de los años, por distancias, mala comunicación u otras razones; a cada uno de ellos los recuerdo con mucho cariño pues aunque nos hayamos distanciado para mí cada uno fue importante, aún años después de haberlos perdido todavía recuerdo todas las cosas que vivimos juntos y duele saber que las cosas no van a volver a ser las mismas. Un beneficio de sentir todo intensamente es ese, somos fieles a todas las personas a las que queremos de verdad porque se convierten en una parte importante de nosotros, somos buenos amigos y también buenas parejas porque nos comprometemos intensamente a esas personas. Por otro lado, también tenemos una gran desventaja, no todo el mundo siente lo que nosotros sentimos por ellos, no todos se comprometen tan intensamente ni sienten tanto la pérdida de otro, por lo cual cuando nosotros perdemos a alguien y sufrimos muchas veces la otra persona es indiferente; ahí nos vemos en desventaja porque muchas veces estas personas se aprovechan de nuestros sentimientos (no quiero generalizar por lo que agrego “muchas”). Me ha pasado que por no perder alguien tiendo a buscar cualquier forma de que esta persona no se aleje y ahí es cuando muchos de ellos se aprovechan; también nos mantenemos con el sentimiento negativo por mucho tiempo lo que puede afectar nuestros estados emocionales. Durante mis 22 años puedo decir que he querido (amorosamente hablando) sólo a cuatro personas porque cuando decido que alguien me gusta esta persona normalmente llega a gustarme por laaaargos períodos de tiempo.
El sentir todo tan intensamente es una bendición tanto como es una maldición pues no poder dejar ir las cosas no es saludable, muchas veces el dejar ir a las personas que no están aportando algo bueno en nuestras vidas es la mejor opción para nuestro corazón. Logramos dejar ir a la gente pero soltarlas nos causa usualmente bastante sufrimiento y tristeza. Y es algo bueno cuando se trata de ser un buen amigo pues somos fieles a ellos y buscamos siempre el bienestar de los demás, somos fieles y nos importa mucho lo que la otra persona este sintiendo; es un arma de doble filo esto de sentir todo tan intensamente pues se logran formar amistades y relaciones muy buenas y duraderas pero al mismo tiempo también podemos sufrir mucho y ser víctimas de que se aprovechen de nuestros sentimientos. Y como mi papá siempre me ha dicho; “No pongas tu felicidad en las personas ni en las cosas, pues nada es eterno; sólo Dios”.
Sin embargo, esta es sólo mi humilde opinión, nos leemos luego.
